El primero de noviembre de 2017 se cumplen 76 años de la obra social más grande conocida por los costarricenses, la ley número 17, la legislación que ordenaba la creación de la Caja Costarricense del Seguro Social, la cuál tenía como fin primordial unir solidariamente al trabajador con el patrono y a estos con el estado, esto permitía proteger en materia de salud y pensiones a los habitantes costarricenses que sufrían de explotación y abandono social en las décadas previas a 1941; con el pasar de los años se realizan múltiples modificaciones a la ley, incorporando a trabajadores privados, comerciales, el seguro de invalidez vejez y muerto, manejo de hospitales, universalización de los seguros, prevención de enfermedades.
El transitar de los años nos ha hecho llegar a una época en la cuál nos hemos convertido en un país sumamente caro en relación a países del istmo con índices sociales semejantes, al analizar esto y comparar la estabilidad social del país vemos como a pesar de haber pasado por una década de guerra civil centroamericana donde los regímenes autoritarios militares dominaron países vecinos como El Salvador, Nicaragua, Guatemala, y que perduraron por varios años, nuestro país mantuvo una época de paz social, aún al haber pasado una crisis económica severa a inicios de la década de los ochenta que afecto nuestra productividad el país mantuvo y consolidó el régimen democrático de elección popular, al analizar detalladamente porqué sucedió esto observamos como el régimen de seguridad social implementado en nuestro país permite acceso universal a los seguros de salud, una mejor salud se traduce en una mejor calidad de vida y en una sobrevida mayor, un acceso pronto a la salud permite atención rápida y oportuna. Todo esto se traduce en estabilidad social, una estabilidad que ha permitido sobre ponernos de momentos delicados en la historia reciente del país, una estabilidad que ha permitido una paz social.
El costo de la seguridad social, se refleja en una contribución tripartita aportada una parte por el estado (0,50%), otra parte por el patrono (14,17%), y otra por el empleado(9,17%), monto que es utilizado por la ley 17, para manejo de los seguros de salud, invalidez, vejez y muerte, los costos son elevados, sobre todo por la solidaridad del seguro y la universalización, esto nos diferencia del resto de países, no solo de Centroamérica sino de américa latina y el mundo, esa es la razón del encarecimiento de nuestro país, para muestra un ejemplo, un empleado de la Universidad de Costa Rica, recibe su salario, esta persona sale a llenar el carro con gasolina para ir a comer a un restaurante luego pasa al supermercado a hacer las compras semanales, cada uno de los empleados que atendieron a este funcionario de la UCR, reciben un salario con deducciones, las deducciones hacen que el salario para satisfacer necesidades básicas personales tenga que elevarse, por lo tanto si comparamos esta base salarial alta con respecto a otros países, vemos que la gran diferencia radica en el aporte a los sistema de seguridad social estatales, un porcentaje de estas deducciones son dirigidas al régimen de seguridad social, esa es una de las razones principales de porque somos un país que encarece rápidamente sus bienes y servicios, el sistema actual de seguridad social totalitario es un sistema agotado, contamos con un sistema de salud accesible sin costo alguno, y tenemos que sacrificar ese gran bien a cambio de inversión, la inversión se refleja en costos y aportes individuales y colectivos.
Según datos del Estado de la Nación de 2015, en Costa Rica había para ese año una fuerza laboral de 2.210.569 personas, de estos el 65.4% son fuerza laboral urbana y el resto son rurales, no hay datos exactos de cuanta de esta fuerza laboral cotiza, la esperanza de vida se ha mantenido en un aumento constante sostenido en los últimos 10 años, un desempleo de 8.5% (cuya obligación en salud recae en el estado), el sector terciario (servicios y comercio) abarca el 68.3% de la fuerza laboral ocupada.
El término "equidad: cualidad que consiste en dar a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o condiciones", y el significado de "igualdad: es la característica de aquellos estado en los que todos sus ciudadano sin exclusión alcanzan en la práctica la realización de todos los derechos humanos, fundamentalmente los derechos civiles y políticos y los derechos económicos, sociales y culturales necesarios para alcanzar una verdadera justicia social, nos permiten dilucidar que los principios sobre los que se creó el sistema de salud Costarricense permitía que el acceso y el aporte fueran equitativos; este aspecto ha cambiado radicalmente con la transformación social de la segunda mitad del siglo XX, en la que se paso de un porcentaje mayor de población asalariada perteneciente al aparato estatal era más del 80% de la población laboralmente activa, al ser este alto porcentaje cotizante obligatorio permitía que el aporte y el financiamiento del sistema de salud fuera adecuado y fluido, con el pasar de los años este porcentaje de aportes inicio un decremento, pasó de más de la mitad a menos del 20% (250.000 empleados) del total de la población asalariada que cotizaba siendo empleado estatal, o sea se pasó de obtener una gran cantidad de dinero de los empleados públicos, para una cobertura de casi 100% a obtener un alto porcentaje de subempleo, empleo indirecto, y empleo en sector privado (1.200.000 empleados) que se reflejaba en evasión por parte de este sector, esto se refleja en lo que se ha convertido en una costumbre creciente, que es reportar un salario menor para aportar menos, o no reportar ingresos, o adquirir una cobertura de seguro voluntario, que son mucho más económicos y más alivianados para gran parte del sector privado, y se vuelve menos equitativo el sistema, aportando el grueso del financiamiento del sistema de salud el aparato estatal mediante rebajos obligatorios a su planilla, hemos perdido la solidaridad como pueblo, como país, que crea caos y caducidad de la infraestructura en salud.
La cobertura del seguro de salud en asalariados se ha mantenido desde 2004 hasta 2015 en un promedio de 67%, observándose en los no asalariados en 2004 un 39% y en 2015 un 89%, con un aumento anual sostenido, por lo que se comprueba la hipótesis de que mientras que los asalariados totales disminuyen, los no asalariados aumentan, y se demuestra que se necesita una medida emergente que permita aumentar la cantidad de recursos económicos frescos, que permitan equilibrar la cantidad de pacientes creciente que cotizan en un menor porcentaje.
El otro factor a valorar es que el tipo de patología de la primera mitad del siglo XX era en su mayoría infecciosa, este patrón cambia con el fin de siglo y el inicio del siglo XXI pasando a ser mayor las enfermedades crónicas, enfermedades no transmisibles, estas dos últimas enfermedades requiriendo "camas de hospital" para su tratamiento o compensación, las largas filas se observan en el hecho que debido al estancamiento en la infraestructura física para la atención de enfermedades y el aumento de la demanda crean un efecto embudo, como se observa en la dotación de camas de 1.4 en 2004 a 1.2 en 2015, o sea una menor cantidad de camas, que se utilizan según estancia promedio nacional en 2004 un promedio de 5.9 días hasta llegar a 6.5 días en 2015, o sea se tienen menos camas que un paciente utiliza por más tiempo, esto aunado al aumento de la población en casi medio millón de habitantes, y al aumento de su esperanza de vida, crean un efecto dominó de estancamiento.
Al final el financiamiento del Sistema de Salud, recae sobre la planilla del estado, lugar donde se vuelve imposible evadir o reportar menos en el salario bruto y esta planilla, con el pasar del tiempo se vuelve cada vez menor, se debe buscar la manera de volver a crear un sistema de salud atractivo para las empresas privadas, las cuales han optado, debido al alto costo de las cargas sociales de Costa Rica, ha adquirir pólizas de gastos médicos para sus empleados, esto permite disminuir la cantidad de días laborados perdidos en este sector.
Branko Milanovic, Los que tienen y los que no tienen. Una breve y singular historia de la desigualdad social, 2012, (The Haves and the Have-Nots: A Brief and Idiosyncratic History of Global Inequality, 2010, Basic Books, New York), Alianza Editorial, ISBN 9788420671529, págs. 34 y ss.
Organización de Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura, ONU. «Derechos económicos, sociales y culturales (DESC)». UNESCO. Consultado el 22 de noviembre de 2016.
(2007). “Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible”, nº 14, San José Costa Rica, 2008.
http://www.estadonacion.or.cr/20/assets/compendio-estado-nacion-20-2014-baja.pdf
Según datos del Estado de la Nación de 2015, en Costa Rica había para ese año una fuerza laboral de 2.210.569 personas, de estos el 65.4% son fuerza laboral urbana y el resto son rurales, no hay datos exactos de cuanta de esta fuerza laboral cotiza, la esperanza de vida se ha mantenido en un aumento constante sostenido en los últimos 10 años, un desempleo de 8.5% (cuya obligación en salud recae en el estado), el sector terciario (servicios y comercio) abarca el 68.3% de la fuerza laboral ocupada.
El término "equidad: cualidad que consiste en dar a cada uno lo que se merece en función de sus méritos o condiciones", y el significado de "igualdad: es la característica de aquellos estado en los que todos sus ciudadano sin exclusión alcanzan en la práctica la realización de todos los derechos humanos, fundamentalmente los derechos civiles y políticos y los derechos económicos, sociales y culturales necesarios para alcanzar una verdadera justicia social, nos permiten dilucidar que los principios sobre los que se creó el sistema de salud Costarricense permitía que el acceso y el aporte fueran equitativos; este aspecto ha cambiado radicalmente con la transformación social de la segunda mitad del siglo XX, en la que se paso de un porcentaje mayor de población asalariada perteneciente al aparato estatal era más del 80% de la población laboralmente activa, al ser este alto porcentaje cotizante obligatorio permitía que el aporte y el financiamiento del sistema de salud fuera adecuado y fluido, con el pasar de los años este porcentaje de aportes inicio un decremento, pasó de más de la mitad a menos del 20% (250.000 empleados) del total de la población asalariada que cotizaba siendo empleado estatal, o sea se pasó de obtener una gran cantidad de dinero de los empleados públicos, para una cobertura de casi 100% a obtener un alto porcentaje de subempleo, empleo indirecto, y empleo en sector privado (1.200.000 empleados) que se reflejaba en evasión por parte de este sector, esto se refleja en lo que se ha convertido en una costumbre creciente, que es reportar un salario menor para aportar menos, o no reportar ingresos, o adquirir una cobertura de seguro voluntario, que son mucho más económicos y más alivianados para gran parte del sector privado, y se vuelve menos equitativo el sistema, aportando el grueso del financiamiento del sistema de salud el aparato estatal mediante rebajos obligatorios a su planilla, hemos perdido la solidaridad como pueblo, como país, que crea caos y caducidad de la infraestructura en salud.
La cobertura del seguro de salud en asalariados se ha mantenido desde 2004 hasta 2015 en un promedio de 67%, observándose en los no asalariados en 2004 un 39% y en 2015 un 89%, con un aumento anual sostenido, por lo que se comprueba la hipótesis de que mientras que los asalariados totales disminuyen, los no asalariados aumentan, y se demuestra que se necesita una medida emergente que permita aumentar la cantidad de recursos económicos frescos, que permitan equilibrar la cantidad de pacientes creciente que cotizan en un menor porcentaje.
El otro factor a valorar es que el tipo de patología de la primera mitad del siglo XX era en su mayoría infecciosa, este patrón cambia con el fin de siglo y el inicio del siglo XXI pasando a ser mayor las enfermedades crónicas, enfermedades no transmisibles, estas dos últimas enfermedades requiriendo "camas de hospital" para su tratamiento o compensación, las largas filas se observan en el hecho que debido al estancamiento en la infraestructura física para la atención de enfermedades y el aumento de la demanda crean un efecto embudo, como se observa en la dotación de camas de 1.4 en 2004 a 1.2 en 2015, o sea una menor cantidad de camas, que se utilizan según estancia promedio nacional en 2004 un promedio de 5.9 días hasta llegar a 6.5 días en 2015, o sea se tienen menos camas que un paciente utiliza por más tiempo, esto aunado al aumento de la población en casi medio millón de habitantes, y al aumento de su esperanza de vida, crean un efecto dominó de estancamiento.
Al final el financiamiento del Sistema de Salud, recae sobre la planilla del estado, lugar donde se vuelve imposible evadir o reportar menos en el salario bruto y esta planilla, con el pasar del tiempo se vuelve cada vez menor, se debe buscar la manera de volver a crear un sistema de salud atractivo para las empresas privadas, las cuales han optado, debido al alto costo de las cargas sociales de Costa Rica, ha adquirir pólizas de gastos médicos para sus empleados, esto permite disminuir la cantidad de días laborados perdidos en este sector.
Branko Milanovic, Los que tienen y los que no tienen. Una breve y singular historia de la desigualdad social, 2012, (The Haves and the Have-Nots: A Brief and Idiosyncratic History of Global Inequality, 2010, Basic Books, New York), Alianza Editorial, ISBN 9788420671529, págs. 34 y ss.
(2007). “Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible”, nº 14, San José Costa Rica, 2008.
Valverde, José Manuel, María Eugenia Trejos y Carlos Rosales (Sin fecha). “Datos básicos de recursos humanos en el sector salud de Costa Rica” en MS/CCSS/OPS/HSR. Observatorio de recursos humanos en salud en Costa Rica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario